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El deseado nuevo “look” de Playa de Palma

Administraciones y sector privado coinciden en que hay que atajar ya la reconversión de este enclave turístico

Todos por la Playa de Palma. Esta es una de las principales conclusiones que se puede extraer de las jornadas de debate sobre la remodelación de la principal zona turística de Baleares en la que expertos aconsejaron a empresarios y políticos que trabajen juntos para la reconversión de la Playa de Palma. En esta misma dirección coincidió el presidente del Govern, Jaume Matas, quien durante la inauguración recalcó su intención de “liderar” la reconversión de esta zona aportando el dinero “que haga falta” para iniciar pronto los trabajos, exigió más participación a los empresarios y lanzó un ultimátum: “Se han acabado las maniobras dilatorias, vamos a empezar la carrera”. Por otro lado, el jefe del Ejecutivo balear incidió en que el proyecto requiere de “mayor participación” del Gobierno Central, que forma parte del Consorcio para la mejora y el embellecimiento de la Playa de Palma junto con el Ejecutivo autonómico, el Consell de Mallorca, los ayuntamientos de Palma y Llucmajor y la Asociación de Hoteleros.
En diciembre de 2004 las Administraciones central, autonómica e insular, los dos municipios afectados y la patronal hotelera constituyeron el Consorcio con un capital de 2,6 millones del que el Gobierno aportó un millón, el Ejecutivo balear otro millón y el resto, las demás instituciones. “Basta; necesitamos obras, necesitamos hechos, necesitamos decisión política e implicación”, insistió en alusión al Ejecutivo Central.
Por su parte, el delegado del Gobierno, Ramón Socías, coincidió en que “la Playa de Palma ya no puede aguantar más” en su actual estado y expresó la disposición del Ejecutivo Central a aumentar su participación económica (33 por ciento) siempre que se incremente proporcionalmente su capacidad de decisión. El delegado indicó que el Gobierno ha propuesto en el seno del Consorcio “la creación de un ente que aproveche las plusvalías urbanísticas que pueda generar la reconversión de la Playa de Palma” para financiar los proyectos, con lo que las instituciones cubrirían las actuaciones que no puedan ser sufragadas con esos fondos.
El presidente de la Asociación Hotelera de Playa de Palma, Francisco Marín, aceptó el reto lanzado por las Administraciones, pero dejando claro que tenía que ser más que una simple promesa política. “La aportación del sector privado en la zona es ya patente con todos los proyectos inversores que están marcha, pero queremos participar en la gestión del consorcio”, dijo. Tanto desde el Colegio de Arquitectos de Baleares, como desde la Asociación de Promotores Inmobiliarios y de la Federación Hotelera, coinciden en que debe haber una cogestión pública y privada en este proyecto.

Trabajo en equipo
El vicepresidente de Exceltur, José Luis Zoreda, dejó claro durante su intervención que “es esencial que sector público y privado vayan de la mano” en una remodelación que “no se podrá hacer a corto plazo” pero en el que “se necesita la implicación de todos”. “Todos dependemos de todos. No hay precedentes de reconversiones similares, sólo ha habido de ciudades vacaciones, pero no en un destino como es este caso, por lo que el proyecto será pionero”, explicó. Julián Linares, alto cargo del ayuntamiento de Miami, habló sobre la experiencia obtenida en la reforma de la zona turística de su ciudad y abundó en la idea de que “el factor clave es que políticos y empresarios trabajen en equipo formando comités conjuntos”.

Fortalezas y debilidades
El director regional de TUI España, Ian Livesey, dijo: “Playa de Palma debe diversificar sus mercados, apostar por la renovación de la planta hotelera, promocionarse más durante los meses de invierno e invertir más en oferta complementaria como centros de ocio y zonas comerciales de calidad”. Estas sugerencias, según el análisis realizado por Livesey, contrastan con claras amenazas como la falta de ganas y esfuerzos de todos por llevar adelante el proyecto, el despegue de nuevos destinos en Europa o el coste de vida en España. Por otro lado, el director regional de TUI España reconoció cinco grandes fortalezas del principal destino de Mallorca: su playa, la proximidad con el aeropuerto y la capital, y la oferta variada de hoteles (de 2 a 4 estrellas) y actividades nocturnas. No obstante, consideró negativo el hecho de que haya demasiados hoteles cerrados en la época invernal, la presencia de edificios antiguos y altos en primera línea y la falta de oferta para familias.