Los constructores marcan su estrategia en Menorca

El presidente de la Asociación reclama la creación de un registro oficial de constructores para garantizar la seguridad y la calidad del sector

La celebración de la Asamblea General de la Asociación de Constructores de Baleares volvió a Menorca después de siete años. Un encuentro que sirvió para poner sobre la mesa la situación por la que atraviesa actualmente el sector, con sus puntos más favorables y las asignaturas pendientes, y para reafirmar el compromiso de las empresas de la construcción hacia la formación, tarea en la que ya vienen trabajando a conciencia desde hace años.
La salón de actos del Consell Insular menorquín se convirtió en el escenario para la celebración del acto administrativo en el que se hizo balance de 2005. Posteriormente, alrededor de 160 personas, entre representantes de la Administración, en el que se encontraba la presidenta del Consell Insular de Menorca, Joana Barceló; el conseller de Trabajo, Cristóbal Huguet; entre otros, y destacados miembros del mundo empresarial, como Josep Oliver, presidente de la CAEB; mantuvieron una cena en el que se concedió la insignia de oro, a Gabriel Ramos, por su trabajo e implicación activa en la Asociación.
La Asociación de Constructores de Baleares considera que el intrusismo es el principal responsable de la siniestralidad laboral en el sector. Para combatirlo, el presidente, Sebastián Pastor, reclamó la creación de un registro de empresas del sector que puedan acreditar experiencia previa y condiciones óptimas para operar en él.
La inversión en construcción privada ascendió a 1.903,468 millones de euros en Baleares durante el año pasado, un 11,11 por ciento más que en el año anterior, mientras que la licitación de obra pública alcanzó un valor 599,423 millones de euros, un 35,66 por ciento menos que en el año precedente, según refleja el balance estadístico del ejercicio presentado en rueda de prensa. El director de la patronal, Manuel Gómez, indicó que Baleares fue la segunda comunidad autónoma en la que más se redujo la licitación de obra pública en términos relativos, sólo superada por Asturias (-50 por ciento), una circunstancia que consideró no puede justificarse por la elevada licitación de 2004 (931,65 millones), ya que diez comunidades autónomas superaron el año pasado ese volumen de proyectos:
Todas las Administraciones redujeron la licitación de obra en las Islas, especialmente la Central (-65 por ciento), la Autonómica (-433 por ciento) y la Local (-7,38 por ciento), aunque Consells Insulars y Ayuntamientos fueron conjuntamente las que más proyectos de inversión adjudicaron.

Obra civil
En cuanto a la obra civil (310.55 millones de euros), predomina la inversión en infraestructuras ferroviarias (137,87 millones), carreteras (33,06 millones) y puertos (22,3 millones).
La inversión privada se incrementó un 10 por ciento en Mallorca hasta 1.401 millones de euros, motivada sobre todo por el incremento de la inversión no residencial (45 por ciento), ya que la residencial se mantuvo estable en un valor de 1.024 millones de euros.
El mayor crecimiento de la obra pública se produjo en las Pitiusas (44,63 por ciento), hasta 289,145 millones de euros, mientras que Menorca experimentó una caída del 10,94 por ciento hasta un valor de 213,264 millones. Por otra parte, el presidente de la Asociación de Constructores, Sebastián Pastor, destacó entre los principales objetivos de la patronal para 2006 la mejora de la formación a sus asociados acerca de la aplicación del nuevo Código Técnico de la Edificación, que a su vez supondrá un nuevo incremento de costes que se repercutirá en el precio de la vivienda. Otro aspecto que consideró preocupante es el coste de la gestión de los residuos que genera las obras, que sufrió un importante incremento a principios de este año y que, al parecer, volverá a crecer en 2007, lo que podría repercutir en los presupuestos de los proyectos e incluso favorecer la reaparición de vertederos ilegales.