Associacions CAEB

“Veo la recuperación en el 2005”

Sebastián Pastor se ha convertido en el hombre fuerte de la Asociación de Constructores de Baleares. Tomó el pasado diciembre el relevo de Pedro Francisco Ferrá y regirá durante los próximos cuatro años los destinos de un sector que lucha por una mayor profesionalización y preparación técnica de sus trabajadores. Pastor, propietario de una empresa especializada en construcción, prefabricados y con actividades en otras áreas económicas, no ve claro que 2004 sea el ejercicio de la recuperación.

“Buscaré una mayor profesionalización y preparación técnica de los trabajadores”

-Ha tomado el timón de un sector que atraviesa difíciles momentos. ¿Puede desglosarnos sus retos?
-Durante estos cuatro años, intentaré defender los intereses de este sector buscando una mayor profesionalización y preparación técnica. Coincide mi mandato, con el nacimiento de una normativa nueva en temas de reciclaje en las obras. Los ayuntamientos pedirán un aval al promotor para asegurarse que reciclan los escombros de obra, ahora están a punto de crearse dos puntos nuevos de reciclaje en la Isla, los centros de transferencia también son una realidad, todo esto me lleva a pensar que en este campo tendremos que trabajar mucho. También debemos actuar en el campo de la colaboración con los distintos estamentos sociales y políticos y no podemos bajar la guardia en prevención y seguridad en el trabajo. Además, tenemos que profundizar en el sentimiento de asociación, y hacer que nuestros asociados se sientan orgullosos de la profesión. Por último, dotar a la asociación de un sistema por el cual los asociados puedan hacer alianzas estratégicas entre las empresas, para acometer proyectos que de manera individual será de difícil ejecución.
-¿Qué retos tiene el sector de construcción pendiente?
-El principal reto es que nuestro sector sea considerado por la sociedad como una actividad que presta un servicio tan digno como cualquier otro. Que detrás del turismo y junto a él, en términos de empleo, somos el más importante de la economía balear, y que no nos asocien a destrucción de paisaje sino a embellecimiento del mismo. Una sociedad moderna, precisa de infraestructuras, de rehabilitación, y en este camino estaremos para que sea posible, sintiéndonos orgullosos de haber contribuido a crear las Islas que todos queremos.
-¿Qué impresión le ha dejado el Plan Territorial de Mallorca?
-Con el Plan Territorial de Mallorca, al menos a tenemos una norma urbanística a la que sujetarnos, sabemos lo que se va a construir en los próximos años, que ocupación máxima del territorio podremos hacer, se han marcado las directrices de lo que va a ser nuestra actividad. La impresión que tengo es que se trata de una norma que se ha redactado de manera rápida para atajar la crisis en la que estamos inmersos, una ley de mínimos. Ahora pienso que se tendrá que modificar a lo largo de su vigencia y adecuarla a la demanda social, pues los crecimientos que se proponen, son claramente insuficientes, y más observando que muchos municipios ya han aumentado a cuenta del crecimiento previsto para los próximos años. Lo mismo ocurre con el suelo industrial, que ya hay varios municipios que han consumido todo su territorio. En resumen, es bueno que se haya aprobado la norma urbanística, que se haya dado seguridad jurídica al sector, y veremos una evolución en función de la realidad social.
-¿Cuáles son los principales déficits que presentan y las ventajas si pueden añadir alguna?
-Como déficits podríamos estar hablando de un crecimiento insuficiente tanto en viviendas como en suelo industrial. Además se habla de reconversión de determinadas zonas de Mallorca, pero no se hace una plan de actuación temporal. Como ventaja principal es que existe una norma sobre la que basarnos y, al menos, las empresas sabemos a que atenernos, y elegir la dimensión adecuada de las empresas.
-¿Qué esperan del nuevo ejercicio?
-El próximo ejercicio transcurrirá en la misma tónica que el actual, quizás hemos tocado fondo, pero la recuperación la veo más a partir del 2005. Tal como se tardó dos años en notar los efectos de la moratoria, se tardarán otros dos en constatar los efectos de la supresión. Si las administraciones ponen en el mercado una fuerte inversión de obra pública para el 2004, se podrá mitigar la crisis de la construcción, que además está agravada por la crisis turística.
-¿Qué actuaciones están llevando a cabo para atajar la siniestralidad laboral?
-La siniestralidad laboral ha invertido la tendencia. Esto es un logro importantísimo. Las empresas de construcción han invertido en prevención, se han adaptado a las normas, han tomado conciencia de su importancia, y todo ya se refleja en las estadísticas. A través de la Fundación Laboral, se han formado ya muchos trabajadores en este campo, los cuales a su vez influyen en los demás empleados, y esto se está convirtiendo en una espiral cada vez más amplia, que sin duda alguna, redunda en beneficio de todos.
-¿Qué vaticinios haría sobre el precio de la vivienda?
-Sin duda, se trata de un tema preocupante, la familia no puede soportar el alto endeudamiento que precisa para comprar una vivienda. Sólo se consigue gracias a los tipos tan bajos de interés y a la prolongación del plazo de amortización. En cuanto al precio de la vivienda pienso que, a lo sumo, se mantendrá en épocas de crisis, y que crecerá más que la inflación en etapas de holgura económica.