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Antonia Mascaró: “Nuestros trabajadores deben ser flexibles y comprometidos”

Presentación de Becas Leonardo da Vinci

Salir a realizar unas prácticas en una empresa que está ubicada en otro país, con otro idioma, significa que estás dispuesto a salir de tu entorno protegido. Éste fue uno de los principales mensajes que lanzó la consejera delegada del grupo Melchor Mascaró, Antonia Mascaró, ante un auditorio de más de 70 jóvenes. Esta mujer, que pilota el departamento de Recursos Humanos del grupo que creó su padre (en la actualidad mueve un volumen de negocio de 80 millones de euros y cuenta con una plantilla superior a los 500 trabajadores), se encargó de poner sobre la mesa cuales son las competencias que buscan las empresas entre los jóvenes. Ella, como bien la definió Oliver, conoce bien lo importante que es contar con una formación adecuada para desarrollar las cualidades en un puesto de trabajo. Antonia, la mayor de cuatro hermanos, terminó los estudios de COU y selectividad, y se puso a trabajar en la empresa familiar. Más tarde estudió Administración y Dirección de Empresas en el CEFEM, para tener una base mínima para tener un puesto de responsabilidad en una empresa que estaba creciendo. Siempre ha sentido inquietud por la formación y este año realizó un programa de Desarrollo Directivo del IESE, y un programa especializado de Recursos Humanos. Si por algo se caracteriza Antonia es por las tres C: Capacidad, coraje y ser muy competente.
Antonia Mascaró afirmó que conseguir una beca de este tipo es “saber ser flexible porque estarás con gente que tiene otra cultura, te dará otra visión para enfocar la vida, te ampliará el horizonte”.
Durante su conferencia, la directiva-empresaria entiende que “en el marco de una economía cada vez más globalizada como la que nos ha tocado vivir”, los futuros trabajadores, además de tener unos sólidos valores humanos (integridad, responsabilidad) deberán ser “flexibles y poseer una gran capacidad de adaptabilidad”. “Necesitamos personas que sepan adaptarse a estos entornos cambiantes, que no tengan miedo y sepan gestionar el miedo al cambio. Ya no hay empleos estables, monótonos y rutinarios. Asimismo, tiene y deben saber y querer escuchar y reflexionar sobre otros puntos de vista”, dijo.

Compromiso
Por otro lado, resaltó dos valores como la implicación y el compromiso. Y por último, citó la automotivación: “Necesitamos personas adultas, independientes y que sean capaces de automotivarse. En la empresa, los altos directivos podemos intentar que tengan un buen entorno pero la energía para afrontar los nuevos retos o de desarrollar las tareas más repetitivas (que algunas hay) debe salir de uno mismo. Las personas que son capaces de automotivarse proporcionan buenas “ondas” a los demás y mejoran el entorno de trabajo. Para los empresarios eso es vital”, aseveró. Asimismo, Mascaró se detuvo en el progreso de las nuevas tecnologías y la sociedad del conocimiento (Internet especialmente) o los medios de transporte como tres ejes que “nos han acercado tanto que viviendo en Mallorca podemos adquirir productos que se fabrican en cualquier lugar del mundo sin ningún tipo de problema”.

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