JOSEP JUAN CARDONA “Quien crea riqueza y puestos de trabajo en un país es la empresa privada”

Responsable de los apartados de comercio, industria y energía del Gabinete autonómico presidido por Jaume Matas, ésta es la segunda vez que Josep Juan Cardona, ibicenco de 45 años, nacido en Sant Rafel, desempeña tales responsabilidades, o bastante similares, dado que, entre 1996 y 1999, ya fue conseller de Agricultura, Comerç i Indústria. Licenciado en Derecho por la Universitat de Barcelona, y diplomado de los cursos de Derecho Urbanístico de la Universitat de les Illes Balears, su actividad pública se inicia entre 1991 y 1993, como teniente de alcalde y concejal de Obres, Urbanisme, Aigües i Infraestructures de Sant Antoni de Portmany. Entre 1993 y 1996 fue senador por las Pitiüses, actuando como portavoz del Grupo Popular en materias de turismo y de costas y puertos. En la actualidad es, además de conseller, diputado autonómico por su Isla de origen. Josep Juan Cardona ostenta también la presidencia del Partido Popular de Eivissa y Formentera y es miembro del Comité Ejecutivo Regional y de la Junta Directiva Nacional del mismo.

Abordando la cuestión económica desde un punto de vista general, ¿cómo considera que se encuentra el crecimiento de Baleares?
-Creo que las cosas se están arreglando. Nuestra comunidad autónoma, hasta 1999, vivió una época de un crecimiento importante. Acabamos el 99 con un crecimiento del Producto Interior Bruto de más del 7%. ¿Qué ha pasado? Del 99 para aquí hubo una bajada importante, en el 2003 con un crecimiento por debajo del 1%. A partir de ahí empieza a aumentar de una manera muy paulatina, el crecimiento es lento, pero se consolida. Lo que está claro es que nos estamos recuperando. Y aumenta, de manera muy importante, la confianza del inversor y del empresario.
-¿Qué factores cree que influyen en esta evolución?
-Quien crea riqueza y puestos de trabajo en un país es la empresa privada. La actuación de la Administración influye de manera importante, bien como elemento de impulso o como freno. Desde ese punto de vista, la Administración Autonómica actual tiene claro que tiene que ser un generador de impulsos y apoyar la iniciativa de la empresa privada y de los trabajadores, para que en Baleares haya pleno empleo y se puedan crear riqueza y puestos de trabajo.
-¿Cómo se encuentran las relaciones del Govern con el ámbito empresarial?
-Creo que son buenas, en tanto que el Govern ha asumido su papel de impulsor, de fomento. El Govern no puede sustituir nunca la iniciativa de los empresarios.
-¿Y con la CAEB, concretamente?
-Creo que tenemos unas magníficas relaciones. Cumple un importante papel de interlocutor con la Administración y nosotros, las iniciativas que tenemos, las comentamos con el sector empresarial. Y eso por una razón: si somos conscientes de que el Govern ha de respaldar la actuación empresarial, es normal que cuando una conselleria quiera tomar alguna iniciativa de este tipo, lo ponga en conocimiento de los empresarios. Se ha de tener en cuenta su punto de vista, y no sólo en políticas de ayudas, sino en otras, como infraestructuras.
-¿Cómo son los empresarios de Baleares, en su opinión?
-Son muy valientes, por crear sus empresas y mantenerlas. Aquí tenemos un problema, que es el hecho insular, y que condiciona mucho. Es un handicap importante en industria o comercio, y eso significa dificultades más importantes que en otros sitios. Se ha de tener un espíritu de lucha, probablemente, más elevado que en el continente y, si algo les distingue, es eso. Tenemos empresas que son punteras en su sector, desde el punto de vista nacional e internacionalmente. Y si lo comparamos con las dimensiones de nuestra comunidad y de nuestra economía, eso es un mérito: en otros sitios, probablemente con más posibilidades, no tienen lo que tenemos aquí.
-Teniendo en cuenta el poco peso de nuestra agricultura, ¿es su conselleria, que agrupa industria y comercio, un poco la encargada de promover alternativas a nuestro monocultivo turístico?
-Es evidente que no podemos ir contra la realidad. El sector turístico es el más importante de esta comunidad. Pero es cierto que otros sectores, sin el volumen del turismo, tienen una presencia económica y social. Comercio e industria son dos sectores muy amplios, con una importante participación en la economía de las Islas. ¿Qué ocurre? Siempre que hablamos de economía decimos que una de las cuestiones sería intentar diversificar más. Y hablamos de diversificar no como un enfrentamiento de comercio e industria contra turismo, sino de que es bueno que haya un equilibrio a la hora de conseguir una economía fuerte para Baleares. En efecto, nuestra actividad es de fomento del comercio y la industria, pero también colaboramos con el sector turístico. Por ejemplo, en todo lo que se refiere al departamento de calidad. O en materia de energía.
-Echamos un vistazo, si le parece, a las diferentes áreas que se encuentran bajo su responsabilidad. Empezando por el comercio, ¿cómo considera que van las cosas en este sector?
-La situación es parecida en distintos sectores. Se está consolidando una visión de la economía globalizada, o mundializada. Eso hace que se produzcan una serie de cambios importantes y lleva a que nos tengamos que adaptar a estos cambios. En Baleares tenemos que intentar mantener un equilibrio entre el pequeño comercio y las grandes empresas, porque todo el mundo hace falta. Es necesario mantener el comercio tradicional, porque representa una cuota muy importante y crea puestos de trabajo. Eso hace que el Govern tenga una política de conseguir ese equilibrio y explica la política normativa.
-¿Qué ocurre con la moratoria de grandes superficies?
-Pues que se mantiene. Se establece una moratoria en la concesión de licencias para poder redactar, de manera serena y sin presión, lo que la Ley de Comercio nos impone: el reglamento que la desarrolla. La moratoria se justifica en poder tramitar el reglamento y el plan estratégico de comercio. Una vez aprobado eso, la moratoria se tendrá que levantar.
-¿En qué plazo, aproximadamente?
-No está establecido. La cuestión es que se apruebe el reglamento. Se está trabajando.
-Pasando al terreno de la industria, da la impresión de que la de Baleares pasa por un buen momento, al menos en algunos ramos.
-La tónica de Baleares es que son pequeñas empresas, incluso microempresas. La industria tradicional ha estado viviendo una recesión a lo largo de los últimos años. En cambio, datos como los del Centre de Recerca Económica de “Sa Nostra” y la CAEB reflejan que se está consolidando una tendencia al crecimiento lento, pero decidido, de la industria. Sí es destacable que la industria tradicional de Baleares está consiguiendo una importante proyección exterior. Hace poco decía la Cámara de Comercio que el porcentaje de exportación estaba sobre un 38%, de media, de la producción. Hay empresas que exportan mucho más. Y hay sectores que no pertenecen a la industria tradicional, como el náutico, o el electrónico, que ahora son pequeños, pero que serán importantes.
-Su departamento ha apostado fuerte por la promoción exterior, como en el caso de China.
-En China y en otros sitios. Porque es importante. Necesitamos competir y salir fuera. No podemos cerrarnos en el mercado interno de las Islas Baleares. Tenemos que aprovechar las oportunidades de una economía mundializada e ir a aquellos sitios donde hay posibilidad de vender: Asia, América, Europa, ...
-¿Cuál es la situación del Parc Bit, ya que se planteó, también, como una iniciativa de diversificación, con industrias punteras?
-Desgraciadamente, sufrió un parón en la legislatura anterior. Actualmente, Economia i Hisenda está realizando un esfuerzo y recuperando y potenciando este proyecto de parque empresarial.
-Hablemos de energía. ¿Tenemos garantizado el suministro en Baleares para que no se produzcan interrupciones?
-Se han puesto las bases para que eso no pase. El Plan Energético, aprobado en septiembre de 2005, establece una serie de infraestructuras importantísimas, que de alguna manera garantizan el suministro de energía. El gasoducto avala que tendremos un combustible para generar energía mucho más eficiente y más barato, y desde el punto de vista medioambiental, infinitamente más limpio que el que usamos ahora, reduciendo de manera muy importante las emisiones de CO2 a la atmósfera y permitiendo nuestra contribución al acuerdo de Kyoto. Y la conexión por cable nos comunica con el sistema eléctrico europeo.
-¿Qué otras necesidades resultan significativas para el archipiélago, en materia de energía?
-Mejorar la red interior de transporte y distribución. Y dentro de este apartado está la iniciativa, a través de la Ley de Régimen Local, que está en tramitación, de facilitar la financiación para soterrar los tendidos eléctricos en suelo rústico, que es una demanda social. En definitiva, podemos decir que estamos poniendo las bases para garantizar que no debe haber más ceros en el abastecimiento de energía eléctrica. El Plan Energético, igualmente, tiene otros aspectos, que son el impulso a las energías renovables y el plan de eficiencia energética. En el primer caso, se pretende multiplicar por tres la participación de las energías renovables en la generación de energía, no sólo por razones medioambientales, sino también para diversificar las fuentes. En el segundo, la mejor eficiencia es la energía que no se consume: se han de realizar políticas que eviten el derroche.
-Usted mismo ha mencionado la globalización y Europa. ¿Qué importancia tiene, a este respecto, esa Eurorregión que incluye a Baleares?
-Cuando el presidente Matas adoptó esa decisión, lo hacía con visión de futuro. Europa permite y fomenta la colaboración transfonteriza, como ésta entre diversas comunidades españolas y francesas, ya que tenemos proyectos en común para mejorar nuestro desarrollo económico. Y ésa es una buena estrategia de fomento de nuestra tierra. Quien es ahora presidente de la Cámara de Comercio de Mallorca es el comisionado del Govern en la Eurorregión, lo cual nos permite una colaboración mucho más estrecha. Y evidentemente la Eurorregión es una política transversal, todo el Govern está implicado en este proyecto.