El dragón despierta en Baleares

La Conselleria de Comerç promueve la exportación a China de productos de moda y alimentación del archipiélago

La presentación en la ciudad de Shanghai, los pasados 13 y 14 de octubre, de sendas selecciones de productos de moda y de alimentación de Baleares, ha marcado otro referente más en una política que está llevando a cabo la Conselleria de Comerç, Indústria i Energia del Govern autonómico, en colaboración con las cámaras de comercio y con las propias empresas, destinada a promover la exportación a China desde las Islas. El mercado del país de los próximos Juegos Olímpicos nos interesa, asimismo, desde el punto de vista turístico, y a este respecto el departamento que encabeza Joan Flaquer también está poniendo manos a la obra.
Josep Juan Cardona, titular de Comerç, Indústria i Energia, puntualiza que “no hacemos sólo promoción en China” de nuestros productos. “Trabajamos en Europa y especialmente en Alemania, en Estados Unidos y, en el Sureste asiático, en China y en Japón. Ya no hay distintos mercados, sino uno, que es el mundo”. Así que el Ejecutivo autonómico, según el conseller, se interesa por todas aquellas zonas susceptibles de recibir exportaciones del archipiélago.
¿Por qué China? Como indica Juan Cardona, este país representa más del 20% del Producto Interior Bruto mundial, con un crecimiento anual cercano al 9% y, en algunas regiones, al 13%. Estos referentes económicos se traducen en un sector significativo de su población que se interesa por artículos como zapatos, ropa o bisutería que la industria de las Islas puede proporcionarles.
Sin duda, la propia China “es uno de los fabricantes de zapatos más importantes del mundo”, señala el responsable autonómico de Comerç, con “más del 40% del mercado de bajo precio. Pero no los fabrica de alta calidad”. La bonanza económica ha hecho posible que en la República Popular surja un segmento demográfico “de unos doscientos o trescientos millones de personas, con un nivel adquisitivo medio-alto”, que valoran la oferta “de alta calidad y con marca occidental”.
Por ahí “tenemos una oportunidad”, subraya Juan Cardona, “y ésta es nuestra opción. Es cierto cuando se dice que China puede representar una amenaza comercial” como competidora. Sin embargo, como contrapartida, existe esa posibilidad de introducir el producto de calidad y de marca, “opinión compartida por los responsables económicos españoles en China”, comenta el conseller.
La entrada de los productos de Baleares en el mercado chino ha venido de la mano de la industria zapatera, así como de la piel, la moda y la bisutería. En aquella reciente misión comercial, en octubre, se añadió, como novedad, una degustación gastronómica, con platos como cocas de verdura, espinagada, tumbet, “frit mariner”, sopas mallorquinas o el típico “flaó” ibicenco. El programa también contemplaba música y danza porque, según el titular de Comerç, el intercambio cultural constituye un aspecto particularmente importante para aquel pueblo asiático.
La exportación de industria agroalimentaria de Baleares a China va a resultar difícil en algunos casos, como los lácteos (por un problema local de metabolización de la lactosa, según el conseller), a pesar de lo cual parece que los quesos obtuvieron buena acogida en aquel encuentro en Shanghai. El panorama resulta más favorable para los vinos o los derivados de las verduras.
¿Algún otro sector industrial de las Islas podría desembarcar, también, en aquel inmenso mercado? “Estamos contemplando, en colaboración con el Instituto de Comercio Exterior”, adelanta Juan Cardona, “el mueble, que puede constituir otra oportunidad, tanto para importar madera como para exportar diseño y marca”.
Quizás alguien pueda preguntarse si Baleares no está haciendo en China un poco “la guerra por su cuenta”, en vez de integrar sus actuaciones en políticas de promoción comercial, más amplias, del Gobierno español o de la Unión Europea. A este respecto, Josep Juan Cardona puntualiza que actúan “siempre bajo el paraguas de España. Nos presentamos como una comunidad autónoma de España. Dos días después de presentarnos en Shanghai, lo hizo Asturias. En el último año y medio han ido a China tres presidentes autonómicos y consejeros de casi todas las comunidades”.
De hecho, parece evidente que todas ellas, cada una con sus productos, están interesadas en acceder a un mercado de tan amplias dimensiones. “La presencia de comunidades autónomas es permanente y nosotros no queremos perder esta oportunidad. Lo que pretende el Govern es crear una plataforma para que las empresas de Baleares puedan estar ahí. No se trata de forzar a que se vaya, pero sí posibilitar que el que quiera ir pueda hacerlo”, concluye el conseller.
El interés parece ser mutuo. Diversas visitas de carácter oficial se han producido en Baleares desde aquel país, interesadas por las relaciones comerciales, entre otros aspectos. En julio de 2004 se acerca a las Islas una delegación de la provincia de Hainan. Más recientemente, este verano, una representación de la ciudad de Nan Jing también se ha desplazado hasta Mallorca.
Un “especial China”, en una edición reciente del rotativo Expansión & Empleo, señala, justamente, las estrategias recomendadas para los exportadores españoles, de acuerdo con un estudio de la Fundación de la Innovación Bankinter. Por lo que se refiere al sector textil, son marca, diseño y calidad las bazas, frente a la enorme producción local. Si hablamos de industria agroalimentaria, los productos autóctonos hispánicos, como el vino o el aceite, son los que se sitúan en mejores condiciones para competir.

Tendencia al alza de las exportaciones

El incremento de las exportaciones desde Baleares hacia China, tan sólo en el plazo de los últimos cinco ejercicios, resulta espectacular: del año 2000 al 2004 han pasado de un valor de 134.000 euros a otro de 14.629.000, de acuerdo con los datos del Instituto de Comercio Exterior. Es decir, se han multiplicado por 109. Hay que aclarar, sin embargo, que este aumento tan significativo, al parecer, viene dado por el fuerte volumen de una o unas pocas operaciones, durante el año pasado. Así y todo, sí que se detecta una importante tendencia al alza, en estos ejercicios más cercanos: en 2001 el valor de lo exportado de las Islas al gigante asiático asciende a 690.000 euros y en 2002 a 1.973.000; sólo se aprecia un retroceso en 2003, con 524.000. También parece significativo el incremento en el número de operaciones: once en 2000, veintinueve en 2001, 87 en 2002, 82 en 2003 y 124 en 2004. Como es fácil imaginar, tanto el montante como el número de operaciones, en las importaciones desde China, resulta muy superior, Las operaciones han pasado de 5.049 en el año 2000 a 19.153 en 2004, pasando por 6.937, 10.445 y 16.633, respectivamente, en los tres ejercicios intermedios.
Para el conseller de Comerç, Indústria i Energia, Josep Juan Cardona, está clara la “tendencia al incremento” de nuestras exportaciones, pese a ese revés de 2003. También subraya que este apartado se incrementa “en mayor proporción” que las importaciones.