 | | El Foment es el foro del sector turístico El turismo cambió todo en el plazo de una generación | Una amplia exposición retrospectiva en sa Llonja de Palma y un intenso programa de actividades, de muy diversos tipos, sirve para conmemorar el siglo de existencia que cumple, en este año en curso, el Foment del Turisme de Mallorca. Su actual presidente, Miquel Vicens Ferrer, accedió a esa responsabilidad el 20 de mayo de 1996, en principio para cubrir la vacante dejada por su antecesor, como miembro de su misma junta, siendo reelegido por consenso en 1997 y en 2001. De esta forma, cuando finalice su último mandato, en diciembre próximo, Miquel Vicens habrá estado al frente del Foment a lo largo de nueve años y medio, casi la décima parte de toda la historia de esta institución. Nacido en la localidad de Santanyí en 1946, Vicens es ingeniero de caminos, aunque no ha ejercido casi nunca esa profesión, ya que su quehacer laboral se ha desarrollado en el sector turístico, primero dentro del grupo Barceló y luego como empresario él mismo, con una agencia de viajes y una compañía hotelera. Está casado y tiene tres hijos. -Para explicarlo de una manera muy clara: ¿Qué es el Foment del Turisme, cuáles son sus objetivos? -Es una institución privada declarada de utilidad pública, dos veces, en los años veinte y ahora, hace unos años. Su finalidad se recoge en el documento fundacional y es la promoción de la industria de los forasteros, como se decía en aquella época, como medio de mejorar las condiciones de vida económicas del pueblo mallorquín y respetando y conservando todas las bellezas de nuestra Isla, paisajísticas e inmateriales, como la cultura. Y eso es lo que el Foment ha venido haciendo. -¿En qué actuaciones prácticas se traducen esos objetivos? -Supone dos tipos de trabajo. Por un lado, la tarea de lobby, somos el lobby del sector turístico y discutimos los problemas que tenemos. El otro aspecto es el instrumento promocional. Cuando se crea el Foment en 1905 no existía ninguno para atraer turismo a Mallorca, era una perfecta desconocida en la Europa del comienzo del siglo XX, en España la gente la conocía por la escuela y en Europa las Islas Baleares para el 99% de la gente eran desconocidas. Ese papel de lobby era para crear una infraestructura que permitiese aquella industria turística, de tres tipos: de alojamiento, de transporte con la Península y de transporte interno. -En aquellos primeros años del siglo XX parece que sí se consiguieron algunas mejoras. -En la primera fase del Foment del Turisme, desde su constitución hasta la guerra de 1936, se hacen grandes avances. Por un lado, se crea una infraestructura de alojamiento que, para el número de turistas de entonces y el estándar europeo, es aceptable. Se establecen líneas de comunicación aéreas y en las comunicaciones interiores hay una mejora importante, sobre todo en la Serra de Tramuntana, y en líneas de tren. -¿Y la promoción exterior? -En 1908 se publica el primer folleto. Inicialmente la promoción se concentra mucho en el mercado francés, por proximidad, aunque también se piensa en el español e inglés. Hay ya cierta actividad de cruceros. También es la época dorada de cesión de cuadros, acuarelas y todo tipo de material al Foment por parte de los artistas que trabajaban en Mallorca. -¿Qué ocurre después de las guerras Civil y Mundial? -Europa estaba destrozada y España estaba mal vista, hay un bloqueo de las Naciones Unidas. La recuperación se inicia con los viajes de novios, que son un gran éxito. A mediados de los cincuenta se produce un hecho decisivo, que es la aparición del chárter. El avión desplaza al barco. Es la época del boom, del 57 ó 58 al 64, con el hotel número mil, que es el Hotel de Mar, hoy Meliá de Mar, inaugurado por Fraga. Y el año 65 se abre el Pueblo Barceló, que es el primero de ochocientas camas. Son cifras que hoy nos hacen sonreír, pero para la época eran muy importantes. El chárter cambia todo y hace que se introduzca aquí el turismo de masas. Se pasa del turista un millón al turista dos millones, que no es verdad que fueran turistas, eran pasajeros y se les contaba dos veces, pero es un cambio sustancial. -Es el gran cambio. -Tuvo muchos efectos. En la economía supone un crecimiento brutal para el promedio de la población mallorquina, Baleares pasó de ser un sitio relativamente pobre a ser el número uno, que hasta hace cinco ó seis años no hemos dejado. Pero tuvo consecuencias de otros tipos. Una de ellas es la transformación de la mentalidad, de la moral. Cuando yo estudiaba en Madrid, en la segunda mitad de los años sesenta, la mentalidad media en Baleares estaba muy por delante de la de un madrileño medio, en buenas costumbres. Otro cambio fueron los forasters de la España pobre, que venían aquí a trabajar en el verano en el turismo y en el invierno en la construcción. Y los que antes eran más ricos, los terratenientes, se ven desplazados por los empresarios turísticos. En el plazo de una generación, cambia todo. Hay unas crisis cíclicas, como la de la libra esterlina en el 66-67, o la primera del petróleo, dos años antes de la muerte de Franco, o en el 79-80 la de la guerra de Irak e Irán. Ha habido una serie de crisis, pero hasta ahora siempre han rebotado. -¿Y las épocas más recientes? -A partir de los ochenta aparece un tipo de turismo que antes era mínimo, el residencial. Las restricciones de las leyes franquistas a las compras de los extranjeros empiezan a desaparecer con la democracia y sobre todo a partir de que España pasa a formar parte de la Unión Europea. Y el turismo residencial pasa a tener cada vez más peso. -La promoción turística de Mallorca a lo largo de varios decenios, básicamente, recae en el Foment. -Se puede decir que el Foment del Turisme fue el ejecutor de la promoción turística de Mallorca con dinero de las Administraciones Públicas. Con Fraga como ministro de Información y Turismo se apuesta muy fuerte por el turismo como medio de transformación de la sociedad, en lo económico y en lo sociológico, y el Ministerio es muy generoso con el Foment y demás instituciones del mismo tipo de todo el país. -Esa tarea finaliza con la llegada de la autonomía. -A partir del 83, el turismo, tanto la promoción como la ordenación, se transfiere a las comunidades autónomas. Y en el primer Govern de Cañellas el turismo tiene un gran peso en el gabinete, a cargo de Jaume Cladera. Se crea una Direcció General de Promoció Turística y un Ibatur y con eso se le retira el trabajo de la promoción al Foment. El Foment vive una cierta crisis y cada vez más somos un lobby, un foro donde nos reunimos el sector, discutimos nuestros problemas y dirigimos soluciones a la sociedad y a las instituciones. Que no es el punto de vista de los diecisiete miembros de la junta, sino del sector, incluyendo a una quincena de asesores en la que está representado todo el ámbito turístico. -Pero en un momento dado pueden producirse posturas distintas dentro del mismo sector. Por ejemplo: entre hoteleros y restauradores. -Si hacemos pública una opinión y es la del sector turístico, es porque hay un consenso. Por ejemplo, el sector turístico se posicionó por una abrumadora mayoría en contra de la ecotasa, de aquel modelo. Eso no quiere decir que no hubiera un 1% o un 2% a favor. Pero hay otros temas sobre los cuales no hay unidad. -La promoción turística de Mallorca, ¿debería corresponderle ahora al Consell Insular? -Yo lo que digo es que Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera son productos distintos. Si una cosa no ha funcionado nunca, ésa es el concepto de Islas Baleares como marca. Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera tienen cada una sus características y parece lógico que cada una se cuide de su promoción. -Por qué la marca Islas Baleares, desde su punto de vista, no funciona. -Hasta ahora no ha funcionado y dudo que funcione nunca. A lo mejor Mallorca es más generalista, pero Menorca y Eivissa son completamente distintas, una es el movimiento y la juerga y la otra la tranquilidad y el sosiego. -¿Qué piensa el Foment del Turisme, en la actualidad, de la promoción turística que se realiza de Mallorca? ¿Es la adecuada? -No. El Foment hace años que se lamenta de que, en España en general y en las Islas Baleares en particular, se dedica poco dinero a la promoción turística. Y esto nos puede salir muy caro. En España, comunidades como Andalucía o Canarias dedican entre tres y cinco veces más que nosotros. Y países como Turquía o Egipto invierten diez, quince, veinte veces más que España. Y esto un día nos puede pasar factura. -¿Y las infraestructuras de las que disponemos? ¿Son las idóneas? -Siempre se puede mejorar. Tenemos un excelente aeropuerto. Las terminales del puerto de Palma son manifiestamente mejorables. Tenemos una red de carreteras en la que faltaban unas autopistas, una buena red de asistencia sanitaria y una buena red de tratamiento del agua residual. -Vivimos en un momento en el que se plantea la continuidad del turismo de sol y playa. O del turismo como monocultivo, casi, en Mallorca. -La solución del peso, realmente alto, del turismo, no está en recortarlo, sino en hacer crecer otros sectores, otros tipos de negocios. Estamos de acuerdo, desde hace muchos años, en que el turismo no puede seguir creciendo indefinidamente. Tenemos que ver qué otras cosas podemos hacer y eso no lo pone en práctica la Administración, sino los empresarios. Y algo ya se está haciendo. Tenemos una revitalización del sector primario, por ejemplo, en el caso del vino, en el que cada vez se está produciendo más y mejor. Ojalá se crearan veintisiete industrias más. Y hay otro aspecto importante: Mallorca como sede de servicios para el sector turístico. Aquí están las centrales de las grandes compañías y utilizan los servicios de empresas mallorquinas. -¿Qué tal es la relación del Foment del Turisme con la CAEB? -Tenemos unas relaciones excelentes. En una federación de asociaciones empresariales, el turismo, por supuesto, tiene muchísimo peso, representa el 60%. Las federaciones empresariales también son un lobby pero, además, prestan servicios a sus asociados, por ejemplo a la hora de hacer convenios colectivos, lo que no es un objetivo del Foment. Cada uno tiene su papel. | Portada La economía balear gana ALTURA La CAEB gestionará 46 becas del programa Leonardo da Vinci Actualidad Editorial Miquel Vicens: El Foment es el foro del sector turístico Pinceladas económicas CAEB activa La CAEB pide más inyecciones económicas para la promoción industrial y energías renovables El triplete: trabajo, tenacidad y tolerancia La CAEB busca soluciones para dar respuesta a las demandas de los clientes turísticos La CAEB se convertirá en el centro neurálgico de la náutica balear, nacional y europea La Confederació Empresarial se une al manifiesto del Círculo de Economía Salud Laboral Alfonso Meaurio: La hostelería tiene que ser un ejemplo de integración de la prevención de riesgos laborales Mateu Oliver: El servicio de prevención ha de vivir los siete días de la semana y las 24 horas del día en la empresa La CAEB recomienda a los empresarios de Manacor ser exigentes con la prevención de riesgos laborales En profundidad Monumento a la nobleza La eficiencia energética va sobre ruedas Sanidad y Salas de Fiesta quieren prevenir el consumo de drogas Menorca Menorca Network marca la diferencia Pitiüses Salidas urgentes a la ampliación del Puerto de Eivissa Empresa al dia La anticipación, la mejor defensa Ejemplos en marcha Cobertura frente al exterior Convenio entre la CAEB y Dibauto Formación Cursos de formación Los empresarios tiran cada vez más de la formación La CAEB participó en la presentación del III Foro dOcupació i Emprenedors Puesta a punto de la dirección de la empresa ECOnoticias Empresas comprometidas |