Estos datos que no se producían desde 1992 reflejan, en opinión de los responsables de ASINEM, una tendencia de actividad claramente negativa en el sector

ASINEM asiste con gran preocupación a los últimos datos de que dispone en relación a la expedición de los denominados boletines de industria, documento oficial que dicha Asociación Empresarial distribuye en forma de talones a los empresarios de instalaciones eléctricas para obtener de la Conselleria d’Economia, Comerç i Indústria la autorización para la instalación de nuevos contadores de electricidad en viviendas de nueva construcción o en aquellas en las que se proceda al cambio de tensión de 125 a 220 voltios. Asimismo, dichos boletines son necesarios igualmente para la puesta en marcha de los denominados contadores de obras, al iniciarse nuevas construcciones. Concretamente, el descenso ha sido aproximadamente de un 17 por ciento en lo que llevamos del presente año, si tenemos en cuenta que del 1de enero al 31 de mayo de 2001 se suministraron en Baleares 15675 boletines, frente a los 13025 del mismo período de 2002, lo que confirma dicha tendencia a la baja.
En este sentido, ASINEM quiere expresar su profunda preocupación y malestar por la grave situación que últimamente padece el sector de la construcción y afines, como es su caso. En opinión de los responsables de ASINEM, los datos que se desprenden del descenso en la distribución de Boletines de Instalaciones Eléctricas son los primeros síntomas de las consecuencias de las últimas medidas urbanísticas adoptadas, en primera instancia por el Govern de les Illes Balears y, posteriormente, por el Consell Insular de Mallorca, ya que el acopio por parte de los instaladores de este tipo de documento se lleva a cabo en función de las expectativas de las empresas en materia de instalaciones a legalizar en un futuro inmediato.

Asimismo, ASINEM es consciente de que si se confirma la tendencia a la baja en la distribución de talonarios, las consecuencias se traducirán, lamentablemente, en pérdidas importantes de cota de mercado para las empresas y, por ende, en la desaparición de numerosos puestos de trabajo en el sector, tal como ya ocurrió a principios de la pasada década, cuando tuvo lugar una recesión económica.