actual


L'EURO: LA NOSTRA MILLOR EMPRESA

El emblema de la Integración Europea

El nombre euro fue elegido en la Cumbre de Madrid, en 1995. Su inocuidad eliminó los recelos de los países de la UE, que lo aceptaron por unanimidad. No gustaba a nadie y por ello gustó a todos. La creación del símbolo del euro intentó aunar la facilidad para ser reconocido con la identidad necesaria para convertirse en un representante digno para toda Europa. La elección del nombre estuvo acompañada de una gran polémica. El nombre se aprobó en la Cumbre Europea de Madrid, el 15 de diciembre de 1995.

Aunque Los Quince aceptaron por unanimidad el nombre, se llegó a la cumbre con varias propuestas sobre la mesa. Francia era prácticamente la única partidaria de mantener el nombre de ECU, la abreviatura de European Currency Unit, que coincidía con el nombre de una moneda francesa del siglo XVIII. Pero nadie deseaba que se mantuviese el nombre de la cesta de monedas. Se prefería un nombre que diese una mayor expresión de identidad. Se llegaron a barajar nombres como euromarco, césar (la aportación española y homenaje al primer ciudadano europeo reconocido) o el Franken, que fue el que más sonó hasta que poco a poco fue imponiéndose el euro, por ser un nombre familiar en todas las naciones del proyecto.

Finalmente, se impuso el euro, pese a las objeciones técnicas de Grecia -su alfabeto es diferente del latino-, porque el nombre es el mismo en todos los idiomas de la UE, es simple y simboliza a Europa. Se puede decir que el nombre de euro es el único que no satisfacía a ninguno de los socios, pero tampoco disgustaba a nadie. Su escasa originalidad y su inocuidad eliminaron los recelos de cualquier país.

Concluía de esa manera la trayectoria del ECU, una moneda que nunca ha sido de curso legal ni ha estado representada por billetes y monedas oficiales. El ECU nació con el Sistema Monetario Europeo (SME), que fue creado en 1979, y se constituyó como piedra angular de la estabilidad cambiaria, ya que los tipos de cambio de los socios se articularon en torno suyo. Es cierto que el embrión de la moneda única ha servido como almacén de valor, ya que durante los años 80 y 90 se denominaron en ecus grandes volúmenes de deuda pública y privada. Pero la moneda de cuenta nunca tuvo existencia más allá de su carácter de cesta de las divisas.

El logotipo del euro también tuvo un proceso laborioso de realización. La Comisión Europea encargó 30 bocetos a un equipo de diseñadores y se seleccionaron 10 de estos borradores para someterlos a la opinión del público. De la consulta popular salieron seleccionados dos diseños. Los encargados de tomar la decisión definitiva fueron el entonces presidente de la Comisión, Jacques Santer, y el comisario de Finanzas, Yves-Thibault de Silguy. Todo el logotipo está cargado de simbolismo: la figura está inspirada en la letra griega épsilon, como homenaje a la civilización que es considerada la cuna de Europa, y remite además a la primera letra del continente. Las dos líneas paralelas son una representación de estabilidad, que es, en definitiva, la gran ambición de las autoridades europeas.

Portada

Una Ecotasa que llega en el peor momento

CONSTRUCCIÓN: otro pilar de nuestra economía en peligro

Actualidad

Editorial

Josep Oliver, reelegido presidente de CAEB

La construcción, disgustada con el Govern y con el Consell de Mallorca

Los empresarios discrepan del Govern al querer aplicar el Impuesto Turístico a las puertas de una temporada turística a la baja

Conjuntura Econòmica Balear 2001

Joves Empresaris en la presentación de Jóvenes Empresarios de Chile.

Jornadas informativas del Gabinete de Prevención de CAEB

Acuerdo Interconfederal para la negociación colectiva 2002