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Pulso a las emociones laborales

La CAEB, pionera en la aplicación de la inteligencia emocional en la orientación a desempleados y trabajadores en su programa “Claves para el éxito profesional”

¿Qué es la sensación de felicidad constante? Si alguna vez se ha hecho esta pregunta, antes de leerla aquí, ya es un buen indicio de su preocupación por ser maduro(a). Esta es una de las múltiples preguntas que resuelve el programa “Claves para el éxito profesional” puesto en marcha por el Departamento de Orientación de la CAEB para desempleados y trabajadores. La herramienta, la inteligencia emocional. Un verdadero pulso al reciclaje laboral que gana adeptos entre directivos, empresarios y desempleados. Una entrevista de trabajo necesita de dos corbatas. Los aspirantes suelen llevar bien anudada al cuello, la de tela, pero tienden a descuidar la interior. Esta última es imaginaria, pero a veces la más importante para conseguir un puesto de trabajo o una mejora laboral. Todo es poco cuando se trata de mejorar o aumentar la formación.
Según Giorgina Iovino, psicóloga con amplia experiencia en coordinación de grupos terapéuticos, de desarrollo personal y de formación, las sesiones se centran en “las emociones que se viven en los vínculos profesionales y en los del posible empleador. Es un aspecto silenciado hasta ahora pero que tiene mucho peso cuando un trabajador debe enfrentarse con una tarea, o aspira a un ascenso profesional o busca un nuevo trabajo”.
Pero, ¿qué se necesita para poder tener una alta calidad de vida en las ocho y diez horas que permanece un trabajador en su puesto? A juicio de Iovino, “poder hacer el trabajo que está más acorde con nuestras habilidades innatas y que se llama vocación”. “Se necesita abordar la tarea con una actitud de integridad, tomando conciencia como nuestro trabajo contribuye al todo de la empresa y cómo la calidad nos permitirá crecer como personas”, explica.
Desde la patronal, por cuarto año consecutivo se ha puesto en marcha este programa para orientar a los empleados que buscan realizar cambios en sus trabajos actuales o a los desempleados. Más de 300 personas se han beneficiado de sus consejos desde que el año 2000 se organizó el primer proyecto financiado por el Fondo Social Europeo y la Conselleria de Trabajo.
En estos cursos se realiza una orientación no tradicional buscando que los participantes dirijan su atención en observar un aspecto que nunca han puesto en palabras pero que viven cotidianamente en los empleos actuales o anteriores y en la búsqueda de empleo para los desempleados, y que tiene una fuerza muy grande, aunque es invisible.

Dificultades
Para Giorgina Iovino, “el trabajo en general se desarrolla en un grupo humano, y en todo grupo se dan formas particulares de comunicación. Todos sabemos del alto grado de dificultades en las relaciones humanas que se vive en los trabajos en los diferentes niveles de la organización”. Este es el motivo por el que prepara a las personas para que desarrollen su inteligencia emocional.
Esta investigadora define este concepto como la capacidad que tiene el individuo para tomar las riendas de los impulsos emocionales, de ponerlos al servicio de resolver positivamente los problemas, de aportar soluciones realistas en vez de utilizar la fuerza en buscar culpables. En cuatro palabras: aptitudes, actitudes, emociones y creencias.
Con los grupos que realizaron esta orientación, Giorgina Iovino ha comprobado que el desarrollo de estas sesiones responde a una necesidad de aprendizaje para manejarnos en este mar de las emociones y de las relaciones interpersonales conociendo con certeza cuales son nuestras responsabilidades, fuerzas y debilidades.
Cree que lo mejor es leer algunas de las evaluaciones de las personas que terminaron el curso: “Descubrir que lo que más me atormenta es la baja autoestima y mi inseguridad... Estoy aprendiendo a adquirir seguridad y comunicarme bien”, “Me ayudó a saber que la ilusión es la base de cualquier triunfo”.