Antonio Gomila Serra, vicepresidente de la Asociación de Yeseros y Escayolistas de Baleares: “La crisis en la construcción nos ha provocado una caída del 50% de productividad en 2003”

La recesión en el sector de la construcción en las Islas ha repercutido de manera
muy especial en todos los subsectores, circunstancia que está colocando a las empresas auxiliares ante una delicada situación económica. La Asociación de
Yeseros y Escayolistas de las Islas, que engloba a unos 60 asociados, según su vicepresidente Antoni Gomila, ha sido uno de las más afectadas.

¿Cómo ha repercutido la caída progresiva del sector de la construcción en el ámbito de las empresas yeseras y escayolistas de las Islas?
Para dar una idea de cómo se encuentran las empresas a nivel de productividad, sólo baste decir que si en 2002 cayó un 10 por ciento la actividad, durante este año estamos superando el 50 por ciento. Y las previsiones a corto plazo no son nada halagüeñas, de ahí la preocupación general existente y lo que ello puede suponer para el futuro empresarial y laboral en nuestro subsector.

¿Han vivido una crisis como la actual en otras décadas?
Nos tenemos que remontar a la Guerra del Golfo en 1991, pero está claro que la caída de ventas, productividad y rentabilidad ahora es mucho mayor que entonces, fruto en parte de la recesión que vive la construcción en Baleares desde finales de los años 90 y principios de 2000, como consecuencia de las moratorias y de la desaceleración en la actividad económica balear.

¿Cómo se puede recuperar la actividad?
Solamente hay dos ámbitos en los que se puede actuar de forma activa, caso de la rehabilitación y en la vivienda nueva. En el primer caso, está claro que la iniciativa privada y empresarial necesita ayudas para poder desarrollar una política de rehabilitación de viviendas que incrementaría la actividad en nuestro sector, permitiendo con ello un desahogo a nivel empresarial y laboral. En una coyuntura marcada por la recesión y con unos niveles de confianza del consumidor a la baja, está claro que se retraen las inversiones privadas, circunstancia que sólo se puede variar con una política de ayudas económicas. Y la obra nueva depende de cuando finalice el efecto de las moratorias y se pueda normalizar el sector de la construcción.

¿Cuándo tienen previsto recuperar los niveles de productividad?
Todo indica, según los expertos, que la recesión económica finalizará en 2004, lo cual también tendrá una extrapolación en las empresas auxiliares del sector de la construcción, aunque no se apreciará una reactivación global hasta dentro de uno o dos años.

¿Cómo ha incidido el boom de la construcción de mediados de los 90 en su sector?
El boom de la construcción distorsionó toda la evolución de las empresas de construcción y empresas auxiliares, puesto que la actividad constructora propició una merma de la calidad en todos los sentidos. Los acabados, fruto de la presión de las constructoras para acabar en plazo las obras, no se ajustaron a los ratios de calidad normales, de ahí que el sentir general en nuestro subsector es que por culpa de tanta acumulación de obra en tan poco tiempo y las prisas, hubo una merma de la calidad en el sector de la construcción.

¿De qué manera se puede paliar este hecho?
En nuestra asociación estamos apostando desde hace años por la formación. Y en nuestro ramo esto es vital, puesto que lo que debe imperar es la profesionalidad y contar con unos trabajadores bien preparados. Además, la presión de la demanda, al exigir viviendas con más calidad, incide de manera especial en este sentido, por lo que todas las empresas estamos haciendo un esfuerzo especial en materia de formación.

¿Cómo analiza la espectacular evolución al alza del precio de la vivienda en las Islas?
Es una situación coyuntural que ha desequilibrado el sector de la construcción, puesto que en estos momentos el precio de la vivienda está entre un 20 y 35 por ciento por encima del precio de mercado. Esto no es lógico e impide que muchos colectivos puedan acceder a la compra de una vivienda.