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“Sin calidad, no habrá desestacionalización”

Alonso Marí Calbet es el gerente de la cadena hotelera pitiusa Insotel.

Esta empresa cuenta actualmente con ocho hoteles abiertos, todos ellos en Balears. Insotel, con 1.500 empleados, figura entre las 35 primeras empresas de su sector en España, y Marí Calbet se plantea extender su negocio fuera de España. Tampoco no descarta cotizar en Bolsa en el futuro, "porque cumplimos con todas las condiciones necesarias, aunque si lo hiciésemos sería para financiar un plan de expansión". En su opinión, la oferta hotelera de calidad es básica para desestacionalizar la actividad turística. En el 2001 abrirá otro hotel de cinco estrellas en Santa Eulària (Eivissa), el Fenicia, donde ha invertido 3.000 millones de pesetas.
Su empresa se ha centrado hasta ahora en Balears. ¿Seguirá los pasos de otros grupos, como Sol Meliá, Fiesta o Barceló, y dará el salto al exterior?
Siempre fui partidario de consolidar nuestra oferta en Balears, tanto por razones estratégicas como personales. He creído mucho en las Islas. El coste de nuestras inversiones en la Comunidad ha sido de 40.000 millones y hemos acogido 1,6 millones de estancias hoteleras. Para el 2000, con nuestro negocio centrado en las Islas, prevemos una facturación de 8.000 millones. Aun así, nos planteamos en un año y medio o dos ir a otros sitios, pero aún no sé donde va a ser. Seguramente va a ser la zona de Caribe, pero aún no tenemos muy claro el país. Pero sí existe la decisión de salir fuera.

¿De qué depende el éxito del proceso de desestacionalización turística?
Si queremos desestacionalizar, tenemos que tener establecimientos preparados para ellos. Si los hoteles no tienen piscinas climatizadas o instalaciones deportivas y muchos servicios adicionales, no se conseguirá nunca. En una palabra, sin una oferta de calidad, no habrá desestacionalización. Y sin ofrecerle cosas que hacer en invierno, el turista no vendrá. Hay que tener en cuenta que muchos hoteles mallorquines abiertos todo el año son de cuatro y cinco estrellas. Hay de tres también, claro, pero también son minoritarios.

¿Y cuál es el papel de la oferta complementaria en este proceso?
Lo básico para la desestacionalización es contar con establecimientos hoteleros preparados. Si existen, lo demás viene por sí solo. Entonces abrirán salas de fiestas, bares y restaurantes. Sin una oferta de calidad, de cuatro y cinco estrellas, que se mantenga abierta todo el año, no es posible lo demás. Opino que Menorca está más preparada que Eivissa para la desestacionalización, porque, en comparación, tiene más hoteles de cuatro estrellas y tiene una planta hotelera más moderna. Tenemos previsión de mantener abiertos nuestros hoteles en Menorca desde febrero. En Mallorca ya lo están todo el año. Queremos que todos nuestros hoteles en las Pitiüses y Menorca estén abiertos ocho meses al año como mínimo. La mayor parte de los clientes en invierno, en nuestro caso, serán alemanes, belgas, austríacos y alemanes.

¿Es necesario atraer turismo a las Pitiüses con la base de una oferta cultural? La designación de Eivissa como Patrimonio de la Humanidad es un acicate para desarrollarla.
Eso es importante. Es fundamental. El futuro del turismo está en que marche bien un conjunto de cosas y de diversas ofertas al cliente. Hay que ofrecer un producto diferente para el turismo de invierno, y el cultural es una base muy importante para ello.

¿Qué opina de la aplicación en las Islas de una ecotasa al turismo?
Poner un nuevo impuesto, porque al fin y al cabo se trata de eso, cuando los impuestos los pagamos todos, me parece bastante absurdo. Lo que tiene que hacer el Govern es exigir al Gobierno central que los tributos que pagamos todos cubran nuestras necesidades de infraestructuras. El Estado está para pagar estas cosas. No veo yo que ninguna otra industria que tenemos en este país tenga una ecotasa.
Gobierne quien gobierne las Islas, aún existe una oferta turística ilegal muy numerosa.
Es increíble. Puedo pagar mil millones en impuestos, y en cambios, la oferta ilegal no paga ni iva ni impuestos de sociedades ni nada. Es una competencia desleal increíble. Nadie entiende que esto siga así. Tenemos unas leyes y tendrían que cumplirse. Esto sigue porque la administración no se lo ha tomado suficientemente en serio.

¿Cómo valora el nivel de formación actual en la hostelería?
Es una de las cosas que debemos mejorar. Buenos técnicos, buenos profesionales, es muy difícil encontrarlos. Y ahora, con una buena situación económica, aún lo es más. Incluso hemos tenido que intentar buscarlos fuera. Intentamos llevar a nuestros hoteles a trabajadores de países latinoamericanos a trabajar, pero con las dificultades que existen en la Ley de Extranjería, se hace muy difícil.

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