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"Nuestro mayor obstáculo es la competencia desleal y el intrusismo"

María José Martínez preside la Asociación de Academias y Centros de Formación

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Licenciada en Psicología por la Universidad de Barcelona, María José Martínez acredita una experiencia de veinte años en el área de Recursos Humanos y Formación. En la actualidad, dirige este departamento en el grup de empresas WMEGA. Martínez es vocal de Psicología del Trabajo y Organizaciones en el Colegio de Psicólogos de Baleares y, además, preside la Asociación Balear de Academias y Centros de Formación (ABACEF) y ocupa la vicepresidencia segunda en la Confederación Española de Academias y Centros de Formación.

¿Cuál es su diagnóstico del momento actual de la informática?

El sector de la informática y, en general, el de comunicaciones presenta una línea creciente de demanda, aunque con un competencia feroz que a veces intenta compensar la falta de conocimientos, profesionalidad y calidad de los componentes con precios a la baja que traen como consecuencia muy poca calidad en el servicio.

La informática se ha convertido en la actualidad en un instrumento imprescindible. ¿Pero saben realmente los clientes lo que quieren y necesitan?

Hemos de distinguir entre dos tipos de clientes: las empresas y el cliente particular. En el caso de las empresas, la mayoría de veces solicitan un asesoramiento de las necesidades que tienen y del servicio posventa con una especial atención a la relación calidad-precio. En cambio, muchos usuarios particulares, agobiados por las ofertas, hacen mayor recorrido de tiendas buscando el menor precio y sin percartarse de que a veces en un mercado donde los márgenes son pequeñísimos la disminución del precio va acompañada de una disminución de la calidad. Es imposible comprar duros a cuatro pesetas. A pesar de todo, hay un hecho que no se da tanto en otras comunidades y que es la fidelidad de los clientes en general. Si respondes a sus expectativas y ofreces un buen servicio, te es fiel, continúa confiando en ti, a pesar de la presión de la publicidad y de las ofertas. Eso es muy reconfortante i gratificador.

¿Cómo se afronta el temido Efecto 2.000?

Para la mayoría de los usuarios el efecto 2.000 no presentará ningún problema, ya que a partir de los años 90 los ordenadores están preparados para el cambio de milenio. Sólo en los ordenadores de la década de los 80, si no se han tomado medidas, repercutirá el efecto 2.000.

Ya en el terreno de las academias privadas, ¿cómo surgió la asociación que usted preside?

La Asociación de Academias y Centros de Formación nació en el 89 como una necesidad de unión de las empresas del sector a fin de defender nuestros derechos, aunar nuestras fuerzas en objetivos que nos son comunes y participar en los foros de nuestro sector. A nivel de comunidad pertenecemos a la CAEB, con un representante en la junta de gobierno y en la Comisión de Formación, y a nivel nacional a CECAP.

¿Las academias son la alternativa ante la insuficiencia de formación práctica en la enseñanza reglada?

Las academias y centros de formación somos más que una alternativa una necesidad a la enseñanza reglada en general. Vivimos en un entorno donde el cambio en las formas de trabajar es un hecho y la evolución es constante. Las empresas privadas de enseñanza tenemos más capacidad de satisfacer estas nuevas y constantes necesidades de formación, pues al ser más pequeños tenemos más capacidad de maniobrabilidad. Es decir, somos más flexibles.

¿Ha sufrido grandes cambios el perfil de los demandantes de cursos?

En los últimos años la formación continua de los trabajadores ha tomado un gran auge. Antes te formabas para conseguir un empleo y cuando lo tenías, era para toda la vida. En estos momentos todos los trabajadores sabemos que no es así, que la realidad del mercado exige trabajadores con un perfil polivalente y muy bien preparados, pues de otro modo las empresas no pueden competir y, según todos los estudios, a lo largo de nuestra vida laboral pasaremos por un mínimo de cuatro puestos de trabajo.

¿A qué obstáculos se enfrenta el sector de la formación privada en estos momentos?

El mayor obstáculo para nuestro sector es la competencia desleal y el intrusismo. A nivel legal, los requisitos para impartir formación están muy claros, pero a nivel práctico la Administración no hace un seguimiento en este sentido y cualquiera da clases: tiendas, particulares en su casa... Y todo en detrimento de los alumnos pues no hay control de calidad-, de las arcas de la Administración pues no pagan impuestos de ninguna clase en este apartado- y de los centros de formación.

¿Y retos?

Nuestro reto fundamental es el de la calidad, el arma más fuerte que tenemos para competir. Por ello hemos entrado en el proceso de formación que nos llevará a la certificación ISO 9000.

¿Hay saturación de oferta tanto en la oferta informática como de academias privadas?

No creo que un exceso de oferta sature el mercado informático. El tiempo regula todos los sectores y, cada vez más, la madurez intelectual de los usuarios hace asimismo de regulador. En cuanto a saturación de academias y centros privados, somos una comunidad en la que, según los últimos estudios de investigación realizados por CECAP y FACLAE, estamos en una proporción de cuatro centros por cada 10.000 habitantes, es decir, en un término medio si nos comparamos con comunidades como Cataluña o Madrid, con nueve.

¿Cómo ve el futuro de la enseñanza no reglada?

Con mucha ilusión y confianza. Estamos demostrando día a día que nuestro quehacer es necesario y que contamos con profesionales actualizados y preparados y, en este sentido, el apoyo y reconocimiento por parte de la Conselleria de Treball i Formació es cada día mayor, lo que corrobora mis anteriores afirmaciones de profesionalidad y buen hacer.

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