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“HAY QUE CONSEGUIR QUE EL EMPRESARIO SEA CADA VEZ MÁS OÍDO Y ESCUCHADO”

“Tenemos que tener capacidad de aguante y luchar juntos por el respeto de nuestros derechos”

El número 13 se tacha en el calendario de los supersticiosos. Sin embargo, para la CAEB fue todo un acierto. Ha trascurrido un cuarto de siglo desde que trece representantes de diferentes asociaciones empresariales decidieron estampar su firma para dar vida a la que hoy es la patronal empresarial que aglutina casi 70 agrupaciones. Su cabeza visible, Josep Oliver, intenta ser la cadena de trasmisión de más de 17.000 empresas, con un único objetivo: defender y representar los intereses de sus empresarios, sean del color político que sean.

La CAEB celebra sus bodas de plata, ¿se han dejado esfuerzos en el camino durante estos 25 años?
El 25 de octubre de 1977 se celebró en Palma la Asamblea constituyente de la Confederació d’Associacions Empresarials de Balears. Llevo nueve años al frente de la Caeb, pero siempre estuve al corriente de lo que pasaba por mis diferentes etapas relacionadas con el mundo del transporte, agencias de viajes y hotelería. Durante estos 25 años hemos ido cobrando vigor y presencia más activa en lo que ha sido y es el mundo empresarial, gracias a todos los que han hecho posible este trabajo.

¿Se imaginaban que llegarían a contar con casi 70 asociaciones?
La transición fue una época difícil, y el mundo laboral que se había regido hasta 1975 por la única vía del Sindicato Vertical, se encontró que ya no era obligatorio afiliarse. La legislación española se modernizó y no tardamos en hacer uso de ella. Tomar conciencia de la figura del empresario, como un elemento vital y activo para la sociedad fue una de las primeras misiones que nos planteamos. Además costó hacer entender el papel vivo que juegan las asociaciones en el entramado del tejido empresarial y la economía de las islas. Sin embargo, hemos conseguido ser lo que somos con trabajo y tesón.

¿Una carrera difícil?
Creo que los tiempos han cambiado, pero que el terreno que hemos ido ganando se ha hecho a pulso. Las asociaciones se encuentran ahora bien posicionadas con voz propia por derecho.

¿Qué cualidad resaltaría de la CAEB en estos 25 años?
Siempre hemos estado en primera línea de la defensa de los intereses empresariales, buscando la mejora progresiva del entorno en el que desarrollan su actividad, además de avanzar y tomar terreno en nuestras exigencias ante las Administraciones.

¿Qué le dice la palabra empresario?
Empresario es vocación, no es sinónimo de éxito. Para hacerse empresario hay que tener capacidad de superación, de asumir riesgos y responsabilidad. No podemos olvidar nunca que desde el momento que se inicia una andadura empresarial se adquiere una responsabilidad con el personal, con el capital y con la sociedad. Afortunadamente esta figura está más reconocida, y los medios tecnológicos y la labor de formación son cada día mejores, aunque la madurez de la economía ponga el panorama más difícil.

Usted ha sido gran testigo de la década de los 90, ¿cambios trepidantes?
Cuando llegué en 1993 no atravesamos tiempos buenos, no éramos los primeros por renta per cápita. Sin embargo, se fue enderezando la situación y hasta el ejercicio 2000 hemos vivido años de verdadera expansión económica. También, en CAEB no solamente hemos tenido la posibilidad de seguir creciendo en número de asociaciones y abrir sedes en el resto del archipiélago, sino que hemos conseguido dar un gran impulso a nuestros departamentos y servicios para los asociados. Una labor esencial en información, asesoramiento y orientación que además ha traspasado nuestras fronteras reforzando la presencia en instituciones y organizaciones de Baleares. En esta dirección seguimos apostando con el ánimo de intentar penetrar al máximo en todas las áreas de la sociedad.

¿Hacia dónde han puesto el timón?
Pretendemos seguir animando la creación de nuevas empresas y su integración en CAEB. Tenemos que abogar por fomentar el asociacionismo entre los empresarios sean del sector que sean, al entender que siempre podrán defenderse tanto desde el punto de vista corporativo como individual. Hay que seguir insistiendo y poniendo todos nuestros esfuerzos en conseguir que el empresario sea cada vez más oído y escuchado. Pero en nuestra gran patronal no sólo caben asociaciones sino que abrimos también las puertas para que otras, que por su singularidad son individuales, puedan tener cabida.

¿Qué mensajes lanzaría al mundo empresarial?
Los empresarios tenemos que ser capaces de tener la capacidad de afrontar los tiempos difíciles con el mismo espíritu constructivo con el que lo hicimos en tiempos de bonanzas. Debemos hacer esfuerzos para mantener nuestras estructuras no dejándonos vencer por el desaliento y circunstancias momentáneas que puedan dejar negativas consecuencias. En una palabra, tener capacidad de aguante y luchar juntos por que los derechos sean respetados.

Y, ¿a las Administraciones?
Las Administraciones no siempre están predispuestas a escuchar, sino a imponer; no siempre están dispuestas a consensuar, o a ceder en sus deseos (que debemos suponer que son bien intencionados). Necesitamos que se nos escuche y que se nos consulte antes de tomar decisiones que pueden redundar en perjuicios para la economía. Tres claros mensajes: escuchen, consensúen y actúen.